El Fruto de la Paz
contra el estorbo del corazón
Por David Cox © 2019
Ayudas para el Maestro para esta clase
Escuela Dominical Volumen 2, Número 16
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En el Fruto de la Paz clase examinamos el fruto del espíritu de paz y como debe llenar nuestro ser.
Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es… paz
1Pedro 3:11 Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.
- 1. Muchas personas tienen su vida en un remolino o tornado de emociones, problemas, y revolturas. Siempre hay algo que es “el fin del mundo” para ellos. Lo que no entienden es que toda esta confusión y dolor que sufren es espiritual. Dios puede darte paz, calma, y ordenar tu vida si tú lo deja Dios hacerlo. Según la Biblia, debemos simplemente deja lo malo, hacer lo bueno, y buscar la paz. La paz es un camino espiritual.
- 2. ¿Qué son los elementos de “paz”? Primero, la paz no es necesariamente la falta de problemas o conflicto. Jesucristo tuvo todo el fruto del Espíritu Santo, pero era constantemente con problemas y conflictos. Entonces paz es tranquilidad del alma, aunque uno tiene problemas y conflictos. Habla más sobre cómo vives tu vida que la ausencia de problemas. 2Ti 3:12… todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;
- 3. Parte de entender la paz es de entender que la paz es un bienestar o buena relación con Dios tu Creador, entonces aceptas lo que Él declara y manda. En esto, no peleamos tanto para las cosas terrenales porque esperamos para lo celestial. Esto causa seguridad. En griego, la palabra paz (eirene) tiene la idea de serenidad bajo buen gobierno. También habla de contentamiento que uno tiene no con lo que tiene en la vida, pero específicamente, con lo que Dios te ha dado. O sea, admites y vives bajo el gobierno de Dios en tu vida. Aceptas lo que Él decide para ti. Te mejoras tu vida como puedes, trabajas, aprendes, te cambias lo malo para lo bueno, pero aceptas las cosas que no puedes cambiar como la voluntad de Dios. Col 3:15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
- 4. Para tener paz, tienes que dejar de pelear en contra de Dios. Deja que la buena voluntad de Dios “gobierne” en tu corazón, y “sed agradecidos” con lo que Dios hace, bien o aun que aparece mal, en tu vida. Gál. 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. La lucha es lo que tú mismo te causas, y no tiene que ser así. Santiago 4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Paz es de no lucha con Dios. Entre tú, un ser humano con habilidades limitadas, y Dios que es todopoderoso y hizo universos con el mero proclamarlo, ¿Quién va a ganar y quién va a perder? Dios va a ganar, y tú vas a perder. No dudas esto. Puedes correr de la presencia de Dios como Jonás, pero no te va bien nunca una vez que tratas de excluir Dios de tu vida.
- . 5. ¿Por qué tenemos problemas? ¿Por qué Dios permite problemas en nuestras vidas? Sal 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Pensamos, si Dios es el Todopoderoso, ¿por qué no toma control de todo, y me quita (como hijo o hija de Dios) todos mis problemas? La salvación es una relación con Dios, donde “CONFÍAMOS EN DIOS”. Esta confianza viene desde experiencias y creencias. Creemos en Jesús por la Biblia, lo que nos dice qué es Dios, y cómo es su carácter. Una persona se define su ser, su carácter por dichos y hechos. Esto puede ser visto en la actividad para con otros, pero mejor es con experiencias con nosotros. Dios permite problemas en nuestras vidas para que tengamos a venir a Dios a convivir con Él, y pedir su ayuda.
- . 6 La paz de Dios tranquiliza los estorbos de tu corazón. Jn 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Jesucristo vino a la tierra, siendo Dios, siendo el Hijo más querido de Dios el Padre, siendo el hijo más especial del Padre. ¿Por qué su venido no era 100% con buenas experiencias? ¿Por qué Dios permitió malas cosas a pasar a Jesús, hasta su muerte? Igualmente como con nosotros, el Padre quiso que Jesús dependiera en su relación con el Padre para llevarle por todo esto. La vida de Jesús era muy conflictiva, pero siempre Jesús era calmado, tranquilo, y en paz. Esto vino porque Jesús siempre descansaba en la voluntad de su Padre celestial. Jn 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. ¿Y tú? ¿Buscas y descansas en esta voluntad? Jn 14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. El cristiano es la persona que confía en Dios, que está preparando un lugar de premio para él o ella. Jesús es nuestro Salvador que hace esto. Todo esto es el premio que nos da por creer y confiar en él.
- 7. Dios no va a desampararnos. Sal 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. El miedo y “tribulación del alma” que sufrimos tantas veces vienen porque no estamos bien con Dios. Nuestra alma “no descansa en nuestro Salvador.” Realmente no es porque Dios nos abandonó, sino porque nosotros no buscamos a esta relación íntima con Dios. Tenemos que obedecer Su voluntad. No hay sustituto para la obediencia.
Deu. 31:8 Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. Esta promesa de Dios es dado a su hijos, los redimidos. Si eres salvo, Dios nunca va a desampararte. Pero tienes que creer en Dios. Tienes que tener esta relación de la salvación, y tiene que ser viva. Si no está viva, es porque probablemente no la tienes.
Lucas 1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. La misión de Jesús a la tierra tuvo también el objetivo de encaminarnos en las sendas de paz. Sigue Jesús, confía en Jesús, obtienes la paz, búscala.
Fil 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Como cristiano, nos fijamos siempre en Jesucristo como nuestro Salvador y nuestro patrón espiritual.
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